Elegir entre estas dos tecnologías de proyección no siempre resulta sencillo. El director Marcos Fernández, director de Christie para España y Portugal, aporta en esta Tribuna detallada información para escoger la mejor opción para cada aplicación.

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No es fácil elegir proyector si no tenemos claro para qué lo necesitamos. Reproducidos en hojas de especificaciones, muchos de los proyectores nos parecen más o menos iguales. Sin embargo, su funcionamiento y la calidad de la imagen que producen pueden hacerlos totalmente diferentes.

La razón fundamental de esas diferencias radica en la tecnología en la que se basan, que puede tratarse de LCD (pantalla de cristal líquido), LCoS (cristal líquido sobre silicio) o DLP (procesamiento digital de luz). Por si fuera poco, el propio DLP presenta dos variedades: de un chip y de tres chips.

El DLP de tres chips es ampliamente considerado como ‘lo más de lo más’ en cuanto a calidad de imagen y estándares de proyección. Sin embargo, en el caso de aplicaciones que no persigan lo máximo en ningún aspecto de funcionamiento concreto suele bastar con modelos DLP de un solo chip o de tecnología LCD. En este artículo ofrecemos información dirigida a ayudarle a elegir entre las dos tecnologías, tanto si con su aplicación busca la proyección de datos como si lo que desea es el visionado de vídeos, o las dos cosas.

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El ‘abc’ del DLP

Todos los proyectores DLP llevan en su interior un chip DMD (dispositivo digital de microespejos) cubierto de unos espejos cuadrados de tamaño microscópico, con un espejo por cada píxel de la imagen proyectada.

Todos los espejos rotan entre dos ángulos diferentes: un ángulo que refleja la luz de la lámpara del proyector a través de la lente de la pantalla, generando al hacerlo un píxel brillante; y otro ángulo que refleja la luz y la aleja de las lentes hacia el un elemento interno que absorbe la luz, produciendo en la pantalla un píxel oscuro. Para mostrar una tonalidad gris intermedia, todos los espejos rotan a gran velocidad entre ambos ángulos miles de veces por segundo.

Por sí sola, la imagen que forma el chip DLP se ve en blanco y negro. Para producir imágenes en color suele recurrirse a dos métodos: el de un chip o el de tres chips. Este último utiliza un DMD por cada color primario (rojo, verde, azul) que convergen ópticamente para producir una sola imagen.

El enfoque de un solo chip se limita a utilizar un chip DLP y suele colocar entre el chip DMD y la lámpara un disco que gira a gran velocidad y que se denomina rueda de color.

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La rueda de color se divide en varios sectores, cada uno de los cuales contiene un filtro de color. El mínimo será uno rojo, uno azul y uno verde. Algunos proyectores añaden un segmento blanco para impulsar la producción de luz, y otros incorporan el amarillo, el cian y/o el magenta.

Añadidos en combinaciones varias, los tres colores generan unas imágenes ricas y de gran colorido. Al girar la rueda, cada color ilumina, en rápida sucesión, el chip DLP en un ciclo que se repite varias veces por segundo. La imagen que se muestra en el chip DLP completa también ciclos de información entre el rojo, el verde y el azul en sincronización con la rueda. Los colores realizan sus ciclos a velocidad lo suficientemente alta como para que la vista perciba la imagen a pleno color.

Algunos proyectores DLP de un chip utilizan, en lugar de lámpara, Led (diodos emisores de luz) o una combinación de Led y láser. Algunos de esos modelos no precisan de rueda de color para efectuar los ciclos de los colores, realizando esa tarea electrónicamente.

Christie y Proyeccion de Ideas NiallFerguson

Principios del LCD

Los proyectores LCD emplean unos pequeños paneles de cristal líquido que, más que para reflejar la luz, han sido diseñados para transmitirla. Por lo general se emplean tres paneles, uno para cada color. Algunos proyectores recurren a un cuarto panel para mejorar la reproducción de color.

Los componentes de filtros ópticos situados en el interior del proyector dividen la luz blanca de la lámpara en los tres colores (rojo, verde y azul) canalizándolos seguidamente por sus paneles respectivos. La imagen se forma en un panel alterando una señal eléctrica (voltaje) enviada en rápida sucesión a cada píxel.

El resultado es la transmisión de la luz a través del panel LCD, creando en la pantalla un píxel brillante; o bien la absorción de la luz por el panel, generando en la pantalla un píxel oscuro. Los paneles rojo, verde y azul rodean un prisma que asegura que todas las imágenes resultantes se proyectan en el mismo lugar de la pantalla.

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Un chip vs. LCD: ¿datos o contenido de vídeo?

Al escoger un proyector para una aplicación concreta es importante plantearnos qué tipo de contenido vamos a mostrar principalmente. ¿Consistirá sobre todo en datos para presentaciones, en reproducciones de vídeo, o en una combinación de las dos cosas?

Tanto los proyectores DLP de un chip como los LCD son aptos para los dos tipos de contenido. Sin embargo, si nuestra necesidad principal es la proyección de datos querremos contar con el mayor brillo que podamos permitirnos con un presupuesto dado. En ese sentido, un proyector DLP de un chip concebido para instalaciones fijas será probablemente la mejor opción.

Si, por el contrario, nuestras necesidades se centran en la proyección de vídeo, la reproducción de color deberá ser impecable, por lo que la diferencia entre un proyector DLP de un chip y un modelo LCD apropiado será mínima.

Proyectores Christie en Imginarium

Calidad de imagen

En la actualidad, y dentro de un rango de precio similar, no hay demasiada diferencia en calidad de imagen o en brillo entre un proyector DLP de un chip y un proyector LCD. Dicho esto, siguen unas cuantas características distintivas que conviene conocer:

Reproducción de color: todos los diseños de proyector sacrifican el brillo en favor de la profundidad de los colores proyectados, o lo contrario. La opción de un aspecto va inevitablemente en detrimento del otro. El resultado es que en algunos proyectores el color es más profundo o preciso que en otros, dependiendo de cuáles sean sus aplicaciones.

La típica presentación comercial o empresarial puede exigir más brillo en determinadas condiciones de iluminación ambiental; en cambio, si lo que necesitamos es revisar datos o estándares de marca, la precisión en el color se convierte en prioridad, que se vuelve también un requisito indispensable en la proyección de vídeo.

Por regla general, los proyectores LCD se sitúan en un término medio, mostrando unos colores aceptables en relación con el brillo que proyectan, mientras que los que se destinan principalmente al visionado de vídeo sacrifican algo de proyección lumínica en aras de un mejor cromatismo.

Los proyectores DLP de un chip cubren un espectro mayor, que va de los modelos para presentaciones con colores simplemente adecuados a su función, a modelos con gran calidad de color pensados para vídeo. Algunos proyectores DLP de un chip ofrecen la opción de seleccionar en los ajustes de reproducción un brillo óptimo o una mayor precisión en el color.

Sala de conferencia iGuzzini proyectores Christie

Velocidad de ciclo de color: en el caso del DLP de un chip, la velocidad del ciclo de color puede variar según proyector así como, en algunos casos, en función de las configuraciones del software. En los modelos para presentaciones la velocidad del ciclo de colores tiende a ser más lenta que en los destinados principalmente al visionado de vídeo.

Por ello, algunos espectadores perciben en la imagen unos fugaces rastros multicolores (arcoíris) en el caso de objetos brillantes, especialmente cuando esos objetos se encuentran en movimiento. Sin embargo, la percepción de esos artefactos varía según las personas.

Visibilidad de píxel: los proyectores LCD presentan mayor distancia entre píxeles que los proyectores DLP, una circunstancia que hace más visible la separación con la consiguiente reducción de la agudeza visual de la imagen, algo que, aunque no tenga demasiada importancia en una presentación, puede resultar fundamental al contemplar un vídeo. De ahí que las imágenes de DLP se consideran más ‘cinematográficas’ que las imágenes de LCD.

Falta de convergencia: la falta de convergencia es el término con el que se designa un efecto que puede que haya notado en una imagen de LCD: unas franjas de color en líneas horizontales y verticales. El efecto aparece cuando la alineación que las imágenes de los tres paneles LCD deben mantener entre sí no es lo suficientemente precisa. Y aunque los fabricantes hacen todo lo posible por minimizarla, la falta de convergencia continúa afectando a algunos proyectores LCD.

Por otra parte, los proyectores DLP de un chip han sido diseñados con un único chip creador de imagen que muestra los tres colores secuencialmente, por lo que con un proyector DLP de un chip estaremos libres del problema de la falta de convergencia.

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¿Qué pasa con la fiabilidad?

La fiabilidad es tan importante como el rendimiento, y las dos tecnologías, LCD y DLP de un chip, funcionan bien en ese aspecto.

En el pasado, los paneles LCD de los proyectores podían fallar debido a una descomposición progresiva de la luz ultravioleta (UV) que se filtra por la lámpara.

Una nueva tecnología que opera dentro del propio panel LCD, denominada capas de alineación inorgánica, ha supuesto un importante avance al incrementar la protección de los LCD frente a daños ocasionados por la luz ultravioleta, a pesar de lo cual, está solución sigue sin ser la más indicada en aplicaciones 24/7.

Un problema del LCD es el de la retención de imagen. Si un proyector LCD o panel plano despliega una imagen estática durante un lapso de tiempo prolongado, el LCD tiende a mantener un efecto post-imagen, una especie de imagen fantasma de aquella imagen estática, que permanece visible con el nuevo contenido ya en pantalla.

La mayor parte de fabricantes LCD avisan del riesgo de ese tipo de funcionamiento, un problema que puede ser especialmente serio en aplicaciones que exigen un funcionamiento 24/7 (continuo), que acentúa las probabilidades de la retención de imagen. Cuando se requiere un funcionamiento 24/7 la opción del proyector DLP resulta mucho más aconsejable.

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DLP de un chip

En el caso del DLP, podríamos pensar que un chip DMD lleno de espejos móviles es, de por sí, poco fiable por su mecánica y por el movimiento. Sin embargo, a pesar de que los espejos son elementos movibles, son tan diminutos que las fuerzas implicadas en su movimiento resultan insignificantes. Pruebas llevadas a cabo durante muchos años han demostrado que los chips DLP son de una gran fiabilidad y larga vida.

Una ventaja clave de la tecnología DLP es que, más que absorber internamente la luz en el dispositivo de imagen para producir el negro, los espejos se limitan a redirigir la luz a un ‘absorbedor’ de luz interno, lo que reduce el estrés termal en el dispositivo de imagen (DMD) aumentando considerablemente su ciclo de vida.

Otra preocupación tradicional generada por los proyectores DLP de un chip basados en lámpara es la que se deriva del motor que hace girar la rueda de color. Se trata de un motor similar a los de los de los discos duros y que han demostrado ser de gran fiabilidad.

Cuando nos referimos a fiabilidad, otro aspecto a tener en cuenta es que los productos de un chip llevan óptica sellada, lo que ayuda a eliminar la posible contaminación del panel que suele manifestarse en la pantalla en forma de manchas oscuras y/o distorsión cromática. Por otra parte, no es raro que los proyectores LCD precisen de servicio de limpieza.

En conclusión, los proyectores DLP de un chip y los proyectores LCD ofrecen gran valor en un amplio abanico de aplicaciones. En un rango de precio dado, los productos que emplean una u otra tecnología tienden a ser similares en prestaciones y resultados de funcionamiento.

Sin embargo, aunque existen diferencias fundamentales entre las dos tecnologías, hay aplicaciones que, dependiendo del contenido -datos o vídeo, calidad de imagen y fiabilidad-, se ajustan mejor a una que a otra. En este artículo hemos resumido la información más relevante para ayudarle a elegir la mejor opción para sus necesidades de aplicación.

Marcos-Fernandez-ChristieMarcos Fernández

Director de Christie para España y Portugal

 

 

 

 

 

 


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Por • 9 Sep, 2015
• Sección: Proyección, Tribunas