Digitell, proveedor de servicios de grabación de conferencias, utiliza las cámaras KY-PZ100 de JVC, que disponen de ranura para tarjetas SD para grabación en modo local, capacidad de streaming integrada, zoom de 30X y salida SDI.

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La empresa norteamericana Digitell, especializada en ofrecer servicios de grabación de conferencias para clientes corporativos, ha seleccionado el sistema completo de JVC para sus más de cien eventos anuales en diversas partes del mundo, con cámaras robotizadas PTZ, controles de cámara (CCU) y unidades de control remoto.

En concreto, Digitell proporciona a sus clientes servicios de webcasting utilizando una plataforma propia a la que se conectan las señales de las cámaras robotizadas KY-PZ100, que cuentan como diferencial respecto a otros sistemas con una ranura para tarjetas SD para grabación en modo local, capacidad de streaming integrada, salida SDI y zoom de 30X para cubrir grandes auditorios y salas de convenciones.

blankWillliam Bacon, director de marketing de Digitell, explica que el valor añadido que ha representado “este sistema de JVC en términos de retorno de la inversión es increíble. Son productos que aportan muchas ventajas a empresas como la nuestra, con un funcionamiento suave y control preciso de movimiento para los operadores de las cámaras, cuyas posiciones predeterminadas son una excelente ayuda para la agilidad de la producción”.

Digitell dispone actualmente de nueve cámaras robotizadas KY-PZ100 de JVC. La producción de eventos con estos sistemas evita la necesidad de alquilar cámaras de formato estándar, con ópticas largas y grandes trípodes, reduciendo enormemente los costes.

blankEl transporte de un sistema robotizado como el de JVC también es más sencillo y económico para una empresa de servicios como Digitell, como apunta Bacon, quien destaca el pequeño tamaño de las cámaras, lo que facilita su transporte y envío a cualquier parte del mundo en una pequeña maleta, incluyendo el controlador, el trípode, el codificador, la tarjeta de audio y el cableado.

Un evento típico de Digitell consta de una cámara PTZ montada sobre un trípode ligero de siete patas, rodeada de postes separadores con cintas retraíbles para protegerla adecuadamente.

Gracias a esta configuración y ejecución, los clientes finales no necesitan alquilar tarimas o elevadores (uno para la cámara y otro para el operador para minimizar las vibraciones), con el consiguiente ahorro de costes y tiempo.

Según las condiciones de cada auditorio, Digitell puede montar hasta tres cámaras robotizadas de JVC, una de ellas dedicada especialmente a la participación del público. Como explica Bacon, “por un lado, enviamos al codificador la señal SDI de la cámara y, por otro, una señal gráfica desde un portátil, de manera que el productor puede compartir una fuente u otra (o ambas)”.

blankEn estos eventos también se captura audio de fondo del auditorio, sala de conferencias, etc. y se lleva a una mesa Tascam para un mejor control del mismo, y se enlaza a la cámara para grabarlo localmente.

Además, en vez de recurrir a operadores de cámara separados, uno de ellos se sitúa junto al productor y controla las cámaras robotizadas PTZ con el control RM-LP100, lo que evita el uso de sistemas intercom para la comunicación entre el equipo de producción.

“Contar con un operador situado cerca del productor en vez de sobre una tarima alejada es algo crucial para poder obtener una buena toma -añade Bacon-. Considero imprescindible disponer de balance de color y control de exposición. Las memorias facilitan al operador trabajar fácilmente con la cámara y generar un streaming por sí mismo”.


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Por • 20 Ago, 2019
• Sección: Casos de estudio, Distribución señales, Formación, Producción, Streaming Media