Ayrton iluminó el escenario de Eurovisión 2025 con más de 500 luminarias
En Basilea se desplegaron 200 unidades de Kyalami, 36 Cobra y 99 Mamba de Ayrton. Una infraestructura que se completó con 45 Domino LT, 96 Rivale Profile y 34 Zonda 9 FX, que aportaron dinamismo, cobertura y efectos envolventes a lo largo de todo el espectáculo.
La 69ª edición del festival de Eurovisión celebrada en el St. Jakobshalle de Basilea (Suiza) puso de manifiesto que el espectáculo no está solo en la música. Con un diseño de iluminación a gran escala y un espectacular escenario, esta edición ha marcado un nuevo hito para la industria técnica y creativa del entretenimiento en directo. Para la puesta en escena se utilizaron 500 luminarias de Ayrton, marca que distribuye en España Stonex.
El diseño de iluminación estuvo a cargo de Tim Routledge, uno de los grandes referentes internacionales en diseño escénico, que apostó por integrar (por primera vez en una misma producción) tres de las luminarias más potentes del catálogo de Ayrton: Kyalami, Cobra y Mamba.
En total, 510 luminarias Ayrton fueron instaladas estratégicamente en el escenario: 200 unidades de Kyalami, que destacaron por sus efectos definidos y su capacidad de crear atmósferas visuales potentes; 99 Mamba, cuyo beam de gran tamaño llenó de color y volumen la parte trasera del escenario; y 36 Cobra, que demostraron por qué son una de las apuestas favoritas en shows de gran formato.
El despliegue se completó con 45 Domino LT, 96 Rivale Profile y 34 Zonda 9 FX, que aportaron dinamismo, cobertura y efectos envolventes a lo largo de todo el espectáculo.
Una única narrativa visual
La propuesta técnica de esta edición fue especialmente innovadora. El diseñador escenográfico Florian Wieder, todo un veterano de Eurovisión, optó por un sistema autoportante (ya que el techo del recinto no permitía carga), creando una estructura tridimensional iluminada y una pantalla Led semitransparente que ofrecía profundidad y juego escénico.
Uno de los elementos más llamativos fue la estructura móvil de trusses conocida como ‘ribs’, que acompañaba cada canción con diferentes movimientos y posiciones.
Las luminarias Ayrton, distribuidas en la base del escenario, sobre el sistema de truss motorizado y alrededor de la pantalla principal, fueron clave para lograr esa versatilidad visual sin perder claridad ni potencia.
La colaboración entre Routledge y Wieder convirtió cada actuación en una experiencia inmersiva donde la iluminación tuvo tanto peso como el sonido. El resultado fue un espectáculo que más de 5,8 millones de personas siguieron en directo solo desde España, con una cuota de pantalla del 50%.
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