Studio Sound Service se ha encargado de diseñar y renovar tecnológicamente el estudio personal del artista, ubicado a las afueras de Lucca, en Italia.

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Cine y música marcan la exitosa trayectoria del conocido compositor italiano Federico De Robertis, que ha dedicado más de tres décadas a la postproducción de audio en numerosas películas. Su pequeño estudio, ubicado en la ciudad italiana de Lucca, ha sido transformado completamente por el especialista en diseño acústico Studio Sound Service, apoyándose en la monitorización de Genelec.

La renovación de este reducido y sencillo estudio ha sido tan evidente, que el compositor que hasta ahora denominaba este espacio como Lúculo (la cripta), también lo ha renombrado tras finalizar el proyecto como Aldilá (que significa vida después de la muerte).

Así lo explica Donato Masci, responsable de Studio Sound Service: “la sala de control estaba en una zona muy estrecha, con tragaluces y un techo bajo. Estos tres factores presentaban problemas críticos que era urgente resolver. La sala también era muy complicada, ya que no pudimos añadir ningún tratamiento al techo porque Federico quería mantener la luz natural. Finalmente, todos los muros eran de hormigón, lo que creó un significativo efecto”.

blankPara resolver todos estos retos, “diseñamos un completo tratamiento acústico, comenzando con un nuevo muro frontal de hormigón y mampostería en el que hemos montado, a ras de suelo, dos monitores principales activos inteligentes Genelec 1237 -especifica Masci-. La pared frontal y el suelo son las únicas superficies sólidas, ya que el resto de la habitación está construida con materiales absorbentes. También usamos algunos paneles difusores para mejorar la baja frecuencia absorción y difusión”.

Esta configuración con el estéreo 1237 se completa con un sistema de monitorización activo inteligente 5.1, compuesto por cinco monitores de campo cercano de dos vías 8240 y un solo subwoofer 7370. Además, Studio Sound Service ha utilizado el software GLM de Genelec para configurar y calibrar el sistema”.

Masci subraya que “el GLM es crítico cuando los monitores están montados en una pared sólida; en este caso, las bajas frecuencias fueron elevadas: hasta 12 dB, pero el GLM controla el efecto perfectamente. En un entorno como Aldilà, con tantos desafíos, este software es de gran ayuda para la puesta a punto”.

Por su parte, De Robertis subraya que “me encanta mi sistema Genelec. Al principio sí que cambió mi trabajo un poco; mis oídos tuvieron que adaptarse a tener una acústica perfecta y al sonido perfecto de los altavoces, pero la transición fue fácil. La definición y calidad del sonido no refleja cambios en todo el rango de frecuencias. Mis Genelecs son las joyas de mi estudio”.


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Por • 17 Jul, 2020
• Sección: Audio, Casos de estudio