SPC Yealink SmartVision 60

La videoconferencia es la parte social del teletrabajo o el trabajo híbrido, la que permite estar en contacto con otras personas. En esta tribuna José San Emeterio, director general B2B en SPC, revela cómo se está asistiendo a un florecimiento del sector de los dispositivos relacionados con esta tecnología.

“El teletrabajo ha venido para quedarse”, nos decían cuando salíamos de la fase más aguda de la pandemia. Hoy, casi tres años más tarde, a tenor de las muchas cifras y estudios que se han publicado, podría parecer que la tendencia se ha desinflado.

Según la ‘Encuesta sobre equipamiento y uso de Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) en los hogares’, publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), solo uno de cada siete (14 %) teletrabajó durante 2022.

Sin embargo, echando una mirada a Estados Unidos, la Great Resignation (la gran dimisión) se ha llevado muchos empleos por delante tras la masiva renuncia a sus puestos de trabajo presenciales de miles de personas, sobre todo de perfiles técnicos, por un cambio de valores propiciado por la pandemia. Quizá, si sus empresas se hubieran mostrado más flexibles con la presencialidad, eso no habría pasado.

De acuerdo con el informe de la consultora PwC, el 73% de las empresas españolas, tres de cada cuatro, incorporó algún tipo de teletrabajo o trabajo híbrido debido a la pandemia.

Parece evidente que, en España, un país muy acostumbrado a la presencialidad hasta 2020, algo cambió para siempre: según una encuesta realizada por Adecco, el 81 % de los trabajadores españoles, cuatro de cada cinco, manifestó su voluntad de seguir teletrabajando al menos dos días a la semana después de la pandemia.

En 2023 solo hace falta echar un vistazo a las ofertas de trabajo para valorar que la semipresencialidad y la virtualidad se ofrecen ya como factores de atracción para el talento laboral.

SPC Yealink UVC20

Videoconferencia

La videoconferencia es la parte social del teletrabajo o el trabajo híbrido, la que nos permite estar en contacto con otras personas, a pesar de la distancia física. Durante años, respetamos los códigos de vestimenta y las convenciones sociales a la hora de ir a trabajar (acudir aseados, saludar al llegar, mantener unas mínimas condiciones de higiene en nuestro puesto de trabajo), teniendo en cuenta que eran factores que nos definían, tanto a las empresas como a las personas trabajadoras, en nuestras relaciones laborales.

Tras el terremoto social debido al COVID-19, que llevó a que dispositivos como webcams alcanzaran precios elevados en las tiendas informáticas, asistimos ahora a un florecimiento del sector de los dispositivos relacionados con las videoconferencias en su vertiente más profesional.

Marcas como Yealink, distribuida por SPC For Business -la división de soluciones de comunicaciones unificadas y de colaboración corporativas de la firma española SPC- ya disponen de soluciones 4K para un visionado más realista, micrófonos avanzados para captar mejor las conversaciones, cámaras panorámicas para grabar a todos los asistentes a una reunión como si se sentaran alrededor de una mesa física.

Incluso, estamos empezando a ver las primeras soluciones de inteligencia artificial para las traducciones y los resúmenes de las reuniones, a fin de que la experiencia del usuario tenga poco que envidiar -más bien, al contrario- a la de una reunión presencial.

En este sentido, el auge de las videoconferencias llevó a un aumento exponencial de las ventas de estos dispositivos y a la popularización de las aplicaciones especializadas.

En España, Zoom experimentó un crecimiento del 378% en la cantidad de usuarios diarios en marzo de 2020, cuando el estallido de la pandemia, en comparación con el mismo período del año anterior. Y en SPC for Business hemos multiplicado por 3 en los últimos meses las ventas de los equipos destinados a salas, lo que significa que las empresas se están preparando para esta forma de trabajar.

El trabajo híbrido y a distancia sigue en su edad de oro, aunque hayamos dejado atrás la pandemia. Y su crecimiento apunta hacia el infinito, ni que sea para acabar con los estigmas y las reticencias de una clase empresarial que, en lugar de poner en valor la posibilidad de que el talento trabaje desde cualquier parte del mundo, como cuando estábamos en pleno confinamiento, aún sigue valorando la asistencia a la oficina como un mérito, y no como una circunstancia sin más.

La tecnología, por fortuna, avanza a pasos tan agigantados que acabará con cualquier desconfianza y, tozudamente, la realidad se impondrá.

Jose San Emeterio de SPCJosé San Emeterio

Director General B2B en SPC
 

 

 

 


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Por • 27 Mar, 2023
• Sección: Estudios, Telepresencia / Videoconferencia, Tribunas